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Presbítero Tomas de Híjar Ornelas
El Presbítero se ha dedicado a difundir la obra y mantener vivo el espíritu altruista de Fray Antonio Alcalde y con justa razón, dejó obras que trascienden para beneficio de la sociedad. El Fraile vivió en estos lares veinte años y nos dejó un legado a favor de la salud, la educación y el bien común para la ciudad, obras de gran valor que han traspasado los siglos. Tomas, nació en Guadalajara, desde la adolescencia se interesó por los estudios de historia y literatura. A los 18 años ingresó a estudiar la carrera de Abogado en la UDG, antes de terminar sus estudios, ávido de aprender inició cursos de lengua latina, historia, literatura y oratoria en el seminario de Guadalajara, al terminar la universidad prestó su servicio social en el Departamento de Readaptación Social, presentó su tesis “La falta de personalidad jurídica de la corporación religiosa denominada iglesia” de inmediato inició como docente en la Escuela de Enfermería Fray Antonio Alcalde.
Con el título de abogado ingresó al Seminario Conciliar de Señor San José de Guadalajara, la institución educativa más antigua del Occidente de México continuó con estudios de Teología. Tuvo la encomienda de rescatar la pinacoteca del Seminario Mayor, compuesta por más de sesenta oleos, además, dirigió la revista Apóstol, publicación del Seminario. Con motivo del tercer centenario de la fundación del Seminario le encomendaron la exposición de arte sacro “Trecientos años en treinta días” Ya como diácono le confiaron la parroquia de Tlaquepaque y la Curia Arquidiocesana en las causas de Canonización de los mártires de la persecución religiosa: Anacleto González y Miguel Gómez. La causa a la que le ha dedicado más empeño es la del Fundador de la Real Universidad de Guadalajara, Fray Antonio Alcalde. Fue invitado a colaborar en la División de Estudios Jurídicos de la facultad de Ciencias Sociales y Humanidades a impartir la cátedra de Derecho Canónico y como abogado patrono en el Tribunal Eclesiástico de Guadalajara.
Entre sus muchas actividades, es miembro de la Comisión Diocesana de Educación y Cultura y consejero del Consejo Estatal de la Familia. En su ministerio sacerdotal ha sido vicario en varias parroquias y capellán del Templo de Santa Teresa que se encuentra frente a la catedral en el corazón de Guadalajara (iniciaron su construcción en 1695) rescataron el edificio y el órgano tubular con el apoyo de las donaciones de los feligreses; transformó el lugar en un centro de culto y actividades artísticas en donde invitan a organistas de otros países a impartir conciertos. Investigador honorario de El Colegio Jalisco, realizó la paleografía, publicación y estudios de los Libros del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guad. Ha escrito varios libros.
Fue galardonado con el Premio Jalisco 2024 en el ámbito Humanístico por el Gobierno del Estado de Jal. Impulsor clave del legado de Fray Antonio Alcalde, su trabajo ha tenido un impacto significativo en la preservación de la historia y la cultura de la región. Recibió una gratificación de 100 mil pesos; sin embargo, donó dicha cantidad a la Asociación Civil Amigos del Paseo Fray Antonio Alcalde. El Gobernador de Jal. Enrique Alfaro Comentó “Si no hubiera sido por Tomás no hubiéramos podido lograr lo que hicimos en la avenida que lleva su nombre, esa transformación urbana es de las más importantes que se han hecho en la historia de Guadalajara, tampoco hubiera sido posible la transformación de nuestros hospitales civiles, en la memoria de quien los creó. Tomás, mi respeto y agradecimiento siempre”.
Al respecto de la celebración de los 200 años como Estado libre y soberano, comentó: “los primeros gobernadores lograron posicionar el modelo de gobierno federalista sobre el centralista. Somos herederos del federalismo del Estado libre y Soberano de Jal. La creación de un régimen, mediante un pacto en donde se vinculan los Estados de esta casa que llamamos México”.
Desde el ámbito religioso ha sabido promover la cultura literaria y musical del Estado de Jalisco. Incansable impulsor de actividades artísticas es el cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara. Entre sus muchas aptitudes le gusta cantar y tocar el piano.
Al respecto del Tzaulan y de Don Federico Munguía, me comentó: “Mi amigo y compañero del Colegio Jalisco, que bueno que siguen conservando su legado”