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LA SOCIEDAD ABURRIDA
El aburrimiento se considera enfermedad de ricos, de hecho, a las adolescentes cuando están pensando en la inmortalidad del cangrejo las mamás le dicen “¿Te crees princesa? ven ayúdame con el quehacer” en las grandes ciudades, los que trabajan no tiene tiempo para el aburrimiento, desde temprano corren a su trabajo ya sea en autobús o en carro estresados por llegar a tiempo, las madres de familia, la mayoría son las proveedoras, llegan cansadas a lavar, preparar la comida, realizar las labores de casa y a lidiar con los hijos, casi se les olvida que viven de tanto vivir.
Los occidentales no tenemos la costumbre de la meditación de manera que estar consigo mismo no es algo que les agrade, siempre están con ruido exterior. es un hecho, no saben controlar sus pensamientos, ese es el déficit de atención, de tantos estímulos que tenemos en el ambiente el cerebro está en modo de alerta. Les ofrecen a las mamás estimulación temprana para los bebés y luego están sobre estimulados.
El aburrimiento aparece en la mayoría de los jubilados, cuando en la vida ya no hay problemas, es la vida misma la que se convierte en problema, las relaciones de pareja se debilitan por el aburrimiento. Hoy en día la vida se ha simplificado en temas cotidianos: los alimentos se piden a domicilio, existen negocios que lavan y planchan la ropa, hasta la reparan, lo que antes se hacía en casa, se puede solicitar a una agencia para que vengan a limpiar la casa, en fin. El aburrimiento se considera enfermedad de rico.
Decía Montesquieu (filosofo y jurista francés) “Los príncipes se aburren, prueba de ello es que se van de cacería” y Rousseau (filosofo suizo) “el pueblo no se aburre, lleva una vida activa” En medio de las diversiones, rodeados de gente que se ocupa de hacerles la vida agradable, se aburren, recuerdan al Rey de España en 2012, el pueblo estaba en problemas económicos mientras que al Rey lo descubrieron en África con su amante y con el arma que mató a un elefante, fue el principio del fin de su reinado, tuvo que dimitir y dejar el cargo a su hijo y a su nuera Letizia.
Los griegos tan observadores conocían la “anía”, el “taedium” en latín. El que se aburre es el que rechaza, aburrirse significa no aceptar no interesarse, va dirigido a personas a objetos, significa estar solo, no compartir. Es importante tomar consciencia, puede ser que el aburrido tenga un trastorno de salud mental como la depresión por eso es tan notorio en los adolescentes y hasta en los niños que comentan estar aburridos, a los adultos les parece extraño ver que están rodeados de juguetes y nada les interesa. El estado mental se llama anhedonia, la falta de placer por las actividades cotidianas, ni los alimentos les proporcionan el sabor, tienen problemas para dormir, despiertan en la madrugada o no pueden conciliar el sueño, por eso la adolescencia es una etapa en la que buscando placer se atrapan en adicciones. Los adultos que no tienen diversiones que no socializan, los que se dedican a trabajar regularmente se atrapan en adicciones como: alcohol, el cigarro y otros en comer y a las compras compulsivas.
La sociedad del aburrimiento es la compradora compulsiva, la de la cultura desechable, la de las adicciones, están rodeados de gente y se sienten solos. El dinero de su salario se va en pagar la renta, la factura del carro, las colegiaturas de los hijos, los alimentos, los impuestos y las tarjetas de las compras, en lugar de que un bien se convierta en un placer se vuelve una carga. Hoy en día el celular se volvió el dueño del tiempo, los que viajan en autobús en lugar de conversar en las largas jornadas, se dedican a ver videos. Los niños y los adolescentes ya no saben conversar, desde muy pequeños están atrapados en los aparatos.
Es importante cambiar de rutina, de otra manera como dicen en los pueblos “te convierte en burro de carga” los fines de semana, salir, despejarse, no es pretexto no tener dinero pueden ir a un parque, tomar clases gratuitas: pintar, aprender a tocar un instrumento, bailar, conversar con amigos, en fin. El aburrido deja pasar el tiempo como un vacío, tiempo que carece de calidad, color, sonido y sabor, es la condición del hombre moderno, tiene todo y nada a la vez.
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